Modric, nuestro bailador de tangos en el césped…
Luka Modric, el Bruce Lee del fútbol, sigue haciendo de las suyas con el balón. Cada vez que salta al campo, uno se siente como si estuviera presenciando el debut de una estrella de rock que maneja la guitarra con tal habilidad que hasta el aire se envuelve en partituras invisibles. Pero claro, Modric no usa una Fender, ¡él tiene pies mágicos!
Siempre existe el temor de que un día no más veamos su show de magia. Su juego es como ver a un maestro de kung-fu dando clases maestras de nieve y viento en un templo. La duda es, ¿volverá la próxima temporada para seguir trapeando el césped como un buen limpiador de pisos de mármol, o se irá a la playa a enseñar a los delfines a cabecear?
Los fanáticos, mientras tanto, viven en un dilema entre comprar entradas al estadio o unirse a un club de fans vip para asegurar su rincón en el sagrado templo donde Modric hace sus piruetas. ¿Quieres saber qué será de su futuro? Pues igual toca seguir a esta estrella que, como los eclipses, puede que no repita su espectáculo con demasiada frecuencia. ¡Ay, el anhelo croata de ver a su héroe en el próximo Mundial!