Análisis có(s)mico de la jornada 38…
En el universo paralelo del fútbol, donde los árbitros son los semidioses supremos, el Comité de Transformación Arbitral, conocido simplemente como CTA (nada que ver con una máquina de café), ha decidido que la última jornada del campeonato será más emocionante que un capítulo de tu serie favorita. El jueves se inaugura el festín balompédico con Betis y Valencia, donde Víctor García Verdura llevará el reglamento en la mano y unas palomitas en el bolsillo, asistido por Carlos del Cerro Grande desde su lujosa sala VAR, que tiene más pantallas que un piso medio en Las Vegas.
El sábado, un día que podría etiquetarse como el ‘súper sabadoche’, verá a Mario Melero López soplar su silbato tan fuerte que hasta los marcianos en Marte podrían escuchar el pitido inicial del Real Madrid contra el Real Betis. No se preocupe, habitantes del espacio, Jorge Figueroa Vázquez estará atento para evitar cualquier invasión alienígena desde la cabina del VAR. Con otros enfrentamientos alocados, como el Espanyol contra Las Palmas, donde Alejandro Muñiz Ruiz podría hacer malabarismos con el balón mientras José Luis Munuera Montero vigila sus movimientos a través de la magia del VAR, el espectáculo está asegurado.
El domingo se sella esta emocionante novela con el Barcelona batiéndose contra el Athletic Club. Pablo González Fuertes, con reflejos más rápidos que un ninja al café, se encargará de mantener la paz futbolística, mientras Carlos del Cerro Grande estará tan atento en el VAR que podría reemplazar al quinto Beatle. Así, mientras algunos equipos se aferran a Europa como si fueran un gato en una cortina y otros tratan de evitar la caída como si fuera un resbalón épico en una pista de hielo, las aficiones esperan que los árbitros transformen estos partidos en leyendas dignas de ser cantadas por siglos. ¡A lo que se avecina, amigo futbolero!