Florentino y los directivos hacen un cambio galáctico…

Se rumorea que en la última reunión del Real Madrid hubo más emoción que en una final de Champions en el minuto 95. Florentino Pérez convocó a su Junta directiva en una sala secreta (o bueno, al menos eso quisieran) para oficializar el adiós de su propio Mario Bros, Carlo Ancelotti, y el mago de los pases, Luka Modric. ¿La razón? La llegada estelar de Xabi Alonso, quien dicen que descendió de una estrella fugaz directamente al banquillo del Santiago Bernabéu.

Dicen que cuando Florentino habló, las paredes temblaron más que cuando un defensa ve venir a Vinicius en carrera. Con la seriedad de un astronauta antes del despegue, presentó a Huijsen, un joven fichaje que promete más goles que las series de nuestras abuelas en Netflix. Los directivos, que podrían ser personajes sacados de una telenovela por sus gestos dramáticos, aprobaron el cambio entre aplausos y posiblemente alguna que otra lágrima de emoción futbolediana.

Finalmente, mientras se llenaba la sala de ecos de fichajes pasados, presentes y futuros, Florentino sacó la calculadora: el Real Madrid rozará los 1.300 millones de euros en ingresos. ¡Un número tan alto que hasta Cristiano Ronaldo tendría que subirse a un podio para alcanzarlo! Hablan de un futuro tan brillante como los focos del Bernabéu en las noches de derbi.