¡El tren de Luka ha partido!…
Este es el capítulo final de una saga digna de telenovelas: «Luka Modric: Adiós al Madrid». Imagina que estás viendo un culebrón y de repente el protagonista tejano decide dejar el pueblo. Así, sin más. La marcha de Luka Modric del Real Madrid fue como si te quitaran la tapa de los cereales y encontraran un juguete sorpresa que en realidad no esperabas… ¿Una salida inesperada? ¡Oh, sí! Nikolai Jerkán, del cuerpo técnico croata, lo vio venir como quien ve venir la lluvia cuando ya estás empapado.
Según Jerkán, Luka tenía tanta gasolina que podría haber corrido el Rally Dakar sin bajarse del balón. Convirtió un estadio en tensión en una fiesta hawaiana, hablaba con Xabi Alonso como si planearan un atraco al banco de chocolate y, zas, todo cambió: «Vino del club, algo cambió en los últimos días», ha exclamado Jerkán, como si hiciera un anuncio del peor tinto de verano del mundo. ¡Pero tranquilos, Zinédine Zidane de los balones todavía tiene cuerda para rato!
Mate Bilić y Kiko Casilla, amigos y fanáticos del «Cuchara Modric», han dicho que Luka era competitivo como un pingüino luchando por un pescado. Siempre animado, incluso cuando un simple entrenamiento parecía la final del Mundial. Kiko recuerda sus tiros: mágicos, como si el balón tuviera GPS. La espera sigue, el misterio de cuál será el próximo destino de Luka sigue vivo… quizás al espacio, ¡hey, que con seis Champions se puede hacer de todo!