El disco rayado de la carbonara eterna…

Carlo Ancelotti, el hombre que entró a la historia del Real Madrid no sólo por los títulos, sino también por su récord mundial de ruedas de prensa —tantas que, si cada una fuera una carrera de caracoles, ya habríamos dado la vuelta al mundo diez veces—, ha tenido su gran despedida. Allí, con un mar en los ojos y un menú del día lleno de emociones, bromeó sobre epopeyas, remontadas y no haber discutido nunca con el presidente, ni siquiera el último día. Ojo, que esto es más impresionante que no pelear nunca por el último trozo de pizza. ¡Digno de una novela épica con carbonara de por medio!

Ancelotti agradeció hasta al cocinero, un héroe sin capa que con su carbonara pre-partido nos ha dado más alegrías que una tanda de penaltis ganada. Destacó no haber tenido una discusión seria con el presidente; algo que ni el mismísimo Hércules podría conseguir. Muy emocionado, recordó con detalle cada remontada histórica, esas que hacen a los aficionados suspender las leyes de la lógica. Porque, claro, cuando el Real Madrid remonta, hasta las matemáticas tiemblan.

Deja un legado lleno de recuerdos y un deseo: que a su sucesor, el siempre elegante Xabi Alonso, le vaya tan bien que hasta los rivales aplaudan. Al despedirse de Modric, aseguró que el croata es como un diamante que no solo brilla, sino que además canta karaoke en el vestuario. ¿Volver al Real Madrid? Eso sí que es un misterio más grande que el área 51. Pero si la carbonara tiene algo que decir, ya sabemos que este cuento de fútbol aún no ha terminado.