Brahim sigue la tradición blanca…

Si los jugadores del Real Madrid fueran figuritas de porcelana, más de uno ya se habría roto al menos tres veces sobre el mantel de la abuela. El Bernabéu vive una temporada tan tensionada que parece que una ventisca podría derribar la mitad de su plantilla. Esta vez, Brahim se ha sumado al club de los lesionados más populares del 2023 en el minuto 55, por si acaso lo estabas siguiendo por mi reloj de abuela.

Y es que el pobre hombre salió al campo ya envuelto en papel burbuja, cortesía de las últimas andanzas en Montjuïc. Su vendaje era más largo que una tarde en Ikea, y llevaba semanas tentando a la suerte como si fuera un auténtico ninja del césped. Con el ímpetu de encontrar a Mbappé, corrió como quien busca una Wi-Fi gratis, pero, tras un sprint digno de Usain Bolt en cámara lenta, sucumbió al maleficio blanco.

El Bernabéu le ofreció más aplausos que a un humorista en su mejor noche de monólogos. El fabuloso récord de 50 lesiones musculares ya solo lo pueden admirar Modric y Güler, quienes extrañamente parecen haber encontrado su inmunidad entre el elixir de la eterna juventud y un maestro Jedi muy habilidoso.