Un cuento de Radio, Fútbol y Rosquillas…
En una galaxia no tan lejana llamada Arabia Saudí, el narrador Raúl Varela vivió una de esas historias dignas de un guion de película. Allí, con el sol brillando como un esquimal en el trópico, Raúl fue teletransportado al encuentro del sabio jedi del fútbol, el maestro Carletto Ancelotti, quien tenía una confesión digna de telenovela: escuchaba las diabluras matutinas de ‘La Tribu’ como quien sigue una serie de detectives de los años 50. ¡Qué momentazo, señores!
Según cuenta el propio Varela, en la sala secreta del Estadio Bernabéu, donde Ancelotti asienta su cuartel general, el gran maestro del balón abrazó a nuestro reportero estrella cual oso panda satisfecho tras recibir una dosis extra de bambú. Así fue como Carletto agradeció las veces que Raúl le fue su apoyo contra el lado oscuro de las críticas futbolísticas. ¡Ni George Lucas lo habría contado mejor!
Pero, como buen capítulo de saga épica, esto no terminó ahí. En el mítico Wembley, donde se forjan las leyendas y se guardan las pelucas de Elvis, Ancelotti y Varela vivieron la secuela. Con la última Champions en el bolsillo, se fundieron en un abrazo tan memorable que, si lo plagiara Hollywood, sería un taquillazo. Solo faltaba que cantaran un dueto, pero nos conformamos con el recuerdo de sus momentos dorados. Ancelotti, de alguna forma, seguirá sintonizando el dial de Varela aunque su nave haya emprendido otro rumbo.
