El Mundial de Clubes y el secreto mejor guardado…

Señoras y señores, abróchense los cinturones porque el mago Éder Militao está en el horno y casi listo para ser servido como la gran sorpresa de Xabi Alonso en su mágico menú de la temporada. Tras una operación de rodilla que nadie esperaba y ocho meses más desaparecido que el balón en el jardín de un vecino, Militao apunta a reaparecer en el Mundial de Clubes, donde su presencia será ¡ta-chán! como un holograma mágico de La Casa Blanca.

En este tiempo de reposo monástico en Valdebebas, nuestro protagonista no dejó que el polvo se acumulara en sus botas. Bajo la tutela del hábil mago Jaime Salom y con sesiones adicionales de magia avanzada con Romario Queiroz, Militao se ha transformado en una especie de superhéroe que aún no sabe volar, pero casi. Hoy, más fuerte que un paquete de chicles de cinco centavos, sueña con reescribir su leyenda como uno de los caballeros protectores más temidos del reino del fútbol.

El Madrid, mientras tanto, parece un castillo encantado sin su guardián principal. Con el bravo brasileño de nuevo en pie de guerra, los defensores esperan que la línea trasera vuelva a ser tan inexpugnable como el muro de su tía abuela en el bingo del barrio. La afición tiembla de expectación, Xabi Alonso afila su espada táctica, y todos esperan que el Mundial de Clubes sea el glorioso retorno de este caballero que será más esperado que el Wi-Fi en una reunión familiar. ¿Está usted preparado? Porque ahí viene Éder Militao, el fichaje que no fichó.