El rey del vestuario en sigilosas zapatillas…
El último sábado en el Bernabéu parecía un festival de despedidas. Modric, Ancelotti y hasta la suegra de alguien se decían adiós entre lágrimas y aplausos. Pero hubo un héroe anónimo que como un ninja despeinó el césped una última vez sin hacer ruido… Lucas Vázquez, alias el Rugido Silencioso, sacrificó su despedida para que sus amigos se llevaran el protagonismo. ¡Qué campeón!
Los compis, que lo saben todo aunque no les pregunten, le han inundado con mensajes. No cabe más melaza en los móviles de Jude Bellingham, Antonio Rüdiger y Vinicius Jr que, con el corazón a tope de amor futbolero, han soltado lagrimones en sus redes. ¡Hasta Marcelo, desde la otra banda de Whatsapp, se unió al concierto! Es como si se firmara un tratado de paz en el vestuario donde todos declaran: «¡Lucas, siempre serás nuestro mago del tiki-taka en modo silencio!»
Incluso Kroos, que es un titán de acero fuera y dentro del campo, hubo de sacar su pañuelo virtual para secarse los ojos. Y al final, todo esto confirma que el número 17 deja al Madrid como una auténtica leyenda. Un grande de la liga, un luchador de las sombras. Nos espera su próximo capítulo, donde sabemos que seguirá siendo un crack, incluso al despuntar como maestro ninja en su próxima aventura.