El belga se despide con un cañonazo memorable…

¡Atención, terrícolas del planeta fútbol! Kevin de Bruyne, el maestro belga del balompié, se ha despedido del Manchester City tras 10 temporadas repletas de hazañas que harían palidecer al mismísimo Hércules. ¿Y cómo no? Con 19 títulos conquistas en sus bolsillos del tamaño de un estadio. Pero de todas sus epopeyas, hay un momento que brilla tanto como el sol, y no es su amor por los waffles, sino aquel golazo que clavó al Real Madrid en pleno Santiago Bernabéu, en semis de la Champions League. ¡Chúpate esa, Bernabéu!

Las redes del City, cuales infatigables heroínas digitales, decidieron inmortalizar esos momentos de gloria con un vídeo que haría llorar hasta a un ninja. El número uno, claro está, nuestro protagonista lanzando un misil balompédico contra el titán madridista. Y entre otros recuerdos, ahí está nuestro Kevin marcándose una póker de goles contra los Wolves, lo que quedó en un honroso tercer lugar. Ya en segundo, su asistencia cual pase de mago a Ilkay Gündogan, vital para que el City se hiciera con la Premier League 21-22, con Pep Guardiola al borde de un ataque de euforia.

En resumen, de Bruyne dejó huella en el City como si fuera un coloso paseando por una playa de arenas infinitas. Un crack, un mago, un fenómeno del balón que, a golpe de zurriagazo, logra que todos los defensas rivales deseen cambiar su posición a portero, a ver si así logran parar esos torpedos. Hasta siempre, Kevin, y que los defensas tiemblen allá donde vayas. ¡El mundo es un campo de fútbol esperándote!