Los bromistas del siglo reciben su merecido…
En un intento fallido de escultura… o magia vudú, cuatro tipos han sido calificados como los primeros artistas de Halloween de enero. Se les ocurrió colgar un muñeco de Vinicius Junior que ni el Conde Drácula quisiera para decorar su castillo. La hazaña fue denunciada de inmediato y, ¡zas!, el equipo de la Liga se lanzó en plancha a los tribunales, con más velocidad que Vinicius regateando defensas.
La Audiencia Provincial de Madrid, como buena árbitra implacable, les ha sacado las tarjetas rojas más grandes que un mural. El castigo incluye penas de prisión, multas, y la prohibición de ver un estadio desde antes de la Prehistoria hasta la era robótica, para que tengan tiempo de aprender a ser personas decentes. El cabecilla de este show del horror se lleva el Oscar a «Protagonista Principal en Película de Mal Gusto» con 22 meses de prisión, mientras que los demás tienen que conformarse con compartir el premio a «Mejor Actor de Reparto» con 14 meses de cárcel cada uno.
Los premiados, claramente picados por la culpa, han escrito cartas de amor… digo, de disculpa, que ni Romeo le hubiera enviado a Julieta. La Liga está tan contenta que, si pudiera, les regalaría un trofeo de «los más odiados del mes». Por su parte, Vinicius Junior, desde la videoconsola, seguro que susurrará aliviado: «Qué bueno que mis muñecos de acción no estén basados en estos personajes.»