El regreso del coloso alemán…

¿Quién necesita un calendario cuando eres Antonio Rüdiger, el hombre con un menisco de Titanio? Mientras los médicos escribían recetarios de reposo y sus propiedades en la playa fijaban tumbonas, Rüdiger prefería jugar al escondite con los plazos de recuperación. Sí, operado tras esa final ‘bocadillo de chorizo’ donde le dieron banquillo por seis partidos. Pero nada detiene al central alemán, que espanta pronósticos como un paraguas espanta la lluvia.

El chico no tiene tiempo para eso de »ser prudente» – no cuando hay que rescatar a Ancelotti de la defensa suelta cual peli de acción en slow motion. Cada vez que le veían entrenar, entrenadores y médicos respiraban con alivio, como si hubieran encontrado una oferta 2×1 en calcetines. Con la valentía de un león y la precisión de un reloj suizo medio roto, celebra goles a pie de campo, saboreando el drama de un momento que parece sacado de una serie de Netflix.

El Madrid lo quiere pintado de oro y bien en su sitio para el choque contra Pachuca, y Rüdiger está más listo que un samurái con exceso de cafeína. Mientras la directiva cruza los dedos y los fans recogen las mandíbulas del suelo, él se sigue abriendo paso como un tanque con corbata. ¡El retorno del coloso aúna más expectativas que el estreno de Star Wars!