Medina Cantalejo cuelga el silbato…
Atención ultras, futboleros de sofá y señoras con abanico en las gradas: el astro todopoderoso del arbitraje en España ha decidido poner patas arriba su universo. Como si de un cambio de look extremo a lo programa de reformas se tratara, Rafael Louzán, el ‘Bob el Constructor’ de la Federación Española, se dispone a tirar tabiques, mover paredes y hasta cambiar los muebles en la sala de operaciones arbitrales. ¿Lo hará en una reunión secreta? ¡No! En un encuentro diurno a plena luz del lunes, con un poco de café y churros.
Louzán se cita con los colegas del chifle y la tarjeta, para bautizar su flamante sindicato salvavidas que espera protegerlos de ataques voladores como cuando los jugadores discuten un fuera de juego inexistente. El nuevo órgano independiente de la Federación parece una mezcla entre la liga de la justicia arbitral y un club de defensa personal, para aquellos que sueñan con unos pitidos dignos y sin intrusos con malas pulgas para morderles las zapatillas.
Y por si esto fuera poco, al son de mariachis digitales, se anuncia que la inteligencia artificial se adueñará de los análisis arbitrales. Sí, como lo oyen, esos cerebritos electrónicos que calculan goles y predicen el clima jugarán a ser los árbitros de la justicia. ¿Y qué hay de las clasificaciones públicas de los árbitros? ¡Ah, eso sigue generando tanto revuelo como un partido entre los ‘Robots Repuestos FC’ contra ‘Los Hooligans Quejicas’! Pase lo que pase, lo cierto es que prometen un descenso sin vértigo y un ascenso que sube como un cohete. ¡Bienvenidos a la Ruta del Cambio Nodo-Negreira!