Un partido digno de una telenovela épica…

¡Atención, señoras y señores amantes del fútbol y del desorden ridículo! En el escenario del fútbol, un hombre español llamado Xabi Alonso hizo lo que probablemente nadie había previsto. Con una serenidad digna de un monje tibetano en una tienda de porcelana, enfrentó y venció al Pachuca teniendo un solo jugador menos desde el minuto 7. Sí, sí, han leído bien, ¡muy al estilo de una peli de acción donde el héroe pelea solo contra un ejército y sale sin un rasguño!

La obra maestra de Alonso comenzó cuando Asencio se mandó a mudar sin despedirse en el minuto 7. Xabi, que podría ser el próximo James Bond, cambió su plan tan rápido que pareció haber hecho magia. Metió en el campo a Arda mientras proponía a Gonzalo unirse al festival de goles. Imaginaos eso: es como invitar a tu primo a tocar la guitarra en un concierto de rock y resultar que es un prodigio estilo Hendrix. ¡Alguien que traiga premio a este hombre, por favor!

Y en el intermedio, el mismísimo Xabi se puso su mejor traje de sabio consejero e impartió sabiduría como si fuera Gandalf en las charlas de vestuario. “¡No tengáis prisa!”, clamó como si estuviera dándoles un eslogan motivacional inspirado. Y para no dejar detalle suelto, ordenó buscar siempre al Tchouaméni, que parecía más solicitado que doctor en hora punta. Un último toque de humor, sorpresa y estrategia llevaron al equipo de Alonso a la victoria con goles de película. Y así, entre emocionante y cómico, Xabi Alonso dio una lección de fútbol y magia digna de un episodio de Los Simpson. ¡Bravo, Mister Alonso!