Aventura madridista sin espadas ni dragones…

¡Philadelphia ha sido invadida, pero tranquilos, no es otro episodio de extraterrestres! Esta vez es un escuadrón blanco y sin capa el que ha aterrizado: el Real Madrid. La banda de Xabi Alonso llegó justo a tiempo para la merienda, lista para devorar al Salzburgo en el Mundial de Clubes. Me imagino al capitán gritando ‘¡A las armas!’ al llegar al hotel, aunque sin espadas, solo pelotas de fútbol.

A falta de dragones, en lugar de Mbappé, tenemos a Lucas Vázquez, Gonzalo y Brahim. Como tres mosqueteros del siglo XXI, se fueron de inmediato al Lincoln Financial Field, no a salvar princesas, sino a contarle a la prensa que sin importar la falta de un goleador propio de un videojuego, ellos no tienen miedo. Afirman que con pique o sin pique, son los reyes del terreno y su misión es clara: conquistar octavos de final.

¡Más de 50 aficionados estaban ahí esperando! Más que un concierto de rock, parecía, y todo por ver a la realeza madridista concentrarse. Los rumores dicen que alguno hasta avistó unicornios blancos acercándose al estadio. Este jueves, el Madrid buscará su tesoro, y sin preocuparse por las estrellas que faltan, brillarán con todo lo que tienen en la cancha. ¡El espectáculo está garantizado, señoras y señores!