Vuelta a los 2009 con un destello brasileño…
En la nebulosa galaxia madridista, Vinicius ha sacado la varita mágica y nos ha llevado de viaje al planeta Nostalgia. Con un 3-0 ante el impávido Salzburg, el brasileño no quería dejar el marcador tan simple como una paella sin mariscos. Por eso, al abrir el marcador como si fuera un torero desbravando al toro, sirvió con el talón y mucha samba al uruguayo Valverde, que gracias al tacónazo a lo Guti, metió el segundo balón como quien mete la ropa sucia en el cesto.
Nuestro Guti, estrella fugaz de DAZN, estaba más asombrado que un niño viendo su primer petardo. Declaró con voz entrecortada por la emoción: «Yo pensaba que le iba a dar de primera pero resulta que mis bisagras de tacón no están oxidadas», exclamó. Fue un maravilloso déjà vu, nostálgico recreo de aquel famoso pase a Benzema que logró derretir la maldición de 19 años en Riazor.
Con su pase al estilo «¡tómala, que es barata y de calidad!», Vinicius nos llevó a la máquina del tiempo merengue donde el joven Xabi Alonso, que una vez fue cómplice de aquellas locuras gutianas, ahora desde el banquillo festeja como si le hubieran regalado una batidora. ¡Qué noche para la historia! Ah, por cierto, la Juventus prepara pasta con albóndigas para los octavos. ¡Que no falte un extra de picante en la salsa!