El arte misterioso del calentamiento galáctico…

¡Abróchense los cinturones! En una hazaña épica solo comparable al aterrizaje de una nave espacial, nos metemos en los ojos de Luis Llopis, el genio entrenador de porteros con poderes de realidad virtual. Imagina ser una mosca en el bigote de Courtois mientras se prepara para enfrentar a los extraterrestres del Salzburg. Así es el calentamiento que podemos ver, donde cada movimiento de Courtois es una obra de ciencia ficción del fútbol, como un Jedi con guantes que defiende la galaxia blanca.

Con una conexión más precisa que la Wi-Fi del hogar, Llopis y Courtois protagonizan un vals cósmico que desafía las leyes de la física. No se trata de un simple calentamiento; cada estiramiento, cada salto, y cada mirada parecen estar sacados de una película donde las matemáticas y el arte convergen en perfecta armonía espacial. Está claro que esos reflejos no son de este planeta, sino que suenan a sables láser que detienen balones a la velocidad de la luz.

Convertirse virtualmente en parte del equipo técnico del Madrid es como recibir una lección interestelar de lo que significa ser el mejor portero del mundo. No solo se trata de músculos y ejercicios, es una prueba mental donde Llopis lanza bolas de fuego que Courtois derriba con la tranquilidad de un monje maestro del kung-fu balompédico. Ahí lo tienes, resulta que antes de enfrentarse al Salvador de Salzburg, hay todo un ritual digno de ciencia ficción. ¡Gracias, Maestro Llopis, por abrirnos las puertas al universo Courtois!