El día de bolos épico que salvó el Mundial…

Un aplauso para Kylian Mbappé, el Houdini del césped, que en un golpe de magia futbolera de proporciones cósmicas nos regaló una jornada de bochas con 139 puntos, ¡que ni un ninja en un campo de plumas! Mientras otros disfrutan del Guardiola’s Tour en Ibiza, Kylian estaba demostrando cómo se tira una chuza de campeonato con la suavidad de un panda deslizándose en un tobogán. Porque claro, a falta de un Mundial de Clubes, ¡la bolera a lo Hollywood siempre es una opción!

Los protagonistas del Real Madrid no se quejaron; es más, se sumaron a la fiesta. Ya sea jugando con la arena entre los dedos, rastreando los horizontes en busca de OVNIs o degustando una sangría mientras filosofan sobre quién es mejor, Cruyff o Maradona, estos galácticos del fútbol (y del relax) nos enseñaron que la ciencia del ocio es tan complicada como medir los diagonales perfectos. Al César lo que es del César, y a ellos un día de descanso con el que parecen decir: «Ibiza tendrá sus encantos, pero el sonido del mar nos susurra secretos que tú no entenderías».

Y entonces estamos los humildes escribientes, que como bolas de cañón en un circo, saltamos de titulares a deadlines más rápido que CR7 alcanzando un récord. A veces necesitas esos momentos en que el mundo se ralentiza, y con una refrescante bebida en mano, observas cómo los problemas desaparecen, al menos hasta dar el próximo strike. En Miami, entre outlets y dosis de vitamina D, yo también encontré ese pixel en el que el motor mental baja una marcha, y el mundo sigue sin caerse, ¿no es ese un récord también? ¡Que viva la relajación, amigos!