Tudor y sus jugadores se derriten en el calor del partido…
En un partido tan peculiar que podría ser confundido con una película de ciencia ficción, el entrenador de la Juventus, Igor Tudor, se encontró con una situación insólita: ¡¡¡hasta 10 de sus jugadores!!! pidieron ser sustituidos en pleno choque cósmico contra el Real Madrid. ¿La razón? Un cóctel explosivo de fin de temporada, nervios de acero y un calor digno de una barbacoa infernal. «Es como si estuviéramos jugando en una sartén gigante», comentó Tudor mientras se secaba el sudor con una toalla gigante, seguramente prestada por un gigante de verdad.
El único gol del partido, como un ladrón disfrazado de flash, llegó de las botas de Gonzalo García al principio de la reanudación. Tudor confesó que el Madrid fue más peligroso sin balón que un gato ninja en el tejado. Mientras tanto, su equipo, compacto como un sándwich prensado, no podía encontrar espacios ni con un mapa de la semana de los urbanistas. «Nos dejaron más encerrados que un trolebús en un túnel», explicó Tudor.
¡Pero no se pierdan la gran noticia! Kylian Mbappé regresó a la escena del crimen futbolístico tras su aventura gastroenteral. Según Tudor, el Real Madrid es un coche deportivo de 200 km/h, pero con Mbappé a bordo, ¡corre a 250! Imagínense un cohete con ruedas… o algo así. Va a ser necesario un radar especial para seguir el ritmo de estos galácticos del balón.