Más partidos que un maratonián con patinetes…
El Real Madrid está corriendo una maratón con un balón pegado al pie. Antes de que el Mundial de Clubes dé el pitido final, los galácticos de la Castellana han jugado más partidos que los episodios de cualquier serie de Netflix: ¡67 encuentros! Y si la pelota sigue rodando y llegan hasta la final, serán 69. Eso es más que las veces que alguien intentó entender las reglas del fuera de juego.
El entrenador Xabi Alonso ha realizado un truco de magia digno de un show en Las Vegas, manteniendo al equipo en pie a pesar de un calendario que aplasta más que un piano cayendo de un décimo piso. En esta odisea, dos héroes destacan: Federico Valverde, el uruguayo incansable que hasta los camellos del desierto le envidian su resistencia; y Luka Modric, quien parece haber ganado un pacto con el mismo Cronos para detener el tiempo. A sus 39 años ya lleva 61 disfraces madridistas, sólo superado por su propia sombra.
Estos tipos han llevado su juego a límites impensados, con Modric luciendo su liderazgo más brillante que nunca, mientras Valverde suma minutos como si estuviese facturando por segundos. Mientras otros jugadores ya casi se arrastran, ellos siguen encontrando fuerzas con la misma facilidad que Ronaldo en una barra libre de golosinas. ¡Esto sí que es fútbol, señores!