El eterno déjà vu del arbitraje español…

¡Ay caramba! El Real Madrid ha reaccionado al nuevo fichaje del CTA más frío que un témpano en la Antártida. Fran Soto, el nuevo zar de los árbitros, recibió un saludo tan cálido como una nevera industrial. «Más de lo mismo», dicen en voz baja, pero que se escucha como un gol en el último minuto: el club merengue esperaba una revolución que haría palidecer a la caida del Imperio Romano de Occidente, pero les ha llegado una sensación de déjà vu de telenovela.

Nuestro querido nuevo jefe de silbatos, Fran Soto, quiere abrir una nueva era en el arbitraje, pero el Real Madrid lo mira como si intentase venderles un abrigo en julio. Los vikingos de la Castellana ven esta maniobra como una cortina de humo tan espesa que ni en Londres se ha visto una igual. «Cambio profundo», claman desde el banquillo, insinuando que el ‘caso Negreira’ merece una limpieza más a fondo que la del coche tras llevarlo al rally.

Mientras tanto, Soto, a quien el extraterrestre Negreira le suena tan familiar como un unicornio, pasa por el tema con la gracia de un torero en cha-cha-chá. Con su promesa de fichar un equipo digna de una agencia de espías de cine, busca brillar en una nueva era, más brillante que un faro en medio de una tormenta. Veremos si esta nueva página se convierte en un best-seller o en un libro de tapas duras que nadie lee.