Mbappé cambia la fiscalía por el campo de juego…
Kylian Mbappé, el delantero que podría despertar a un oso hibernando con un simple regate, ha decidido dar marcha atrás en el culebrón judicial que tenía con su ex, el Paris Saint-Germain. Este pequeño roce legal empezó allá por mayo, cuando Kylian, como si fuera un episodio de una telenovela turca, denunció al club por acoso moral e intento de extorsión. Pero, así como en una serie se lanza una temporada tras otra, ahora ha decidido cancelar este capítulo. ¿Habrá sido para centrarse más en tirar caños en el campo en vez de tirárselos a un batallón de abogados? Es un enigma digno de un balón de oro.
Sin embargo, nuestro protagonista de giros argumentales dignos de Hollywood aún no cierra la puerta de justicia del todo. Mbappé sigue en modo «Sherlock Holmes» con su reclamación de 55 millones en salarios y primas no pagadas, cual pirata buscando su tesoro perdido. Quien no arriesga no gana, ni aunque sea con billetes de Monopoly. Y así, nuestro crack mundial mantiene el misterio abierto, como si de un partido de Champions se tratase.
El ambiente entre el jugador y el PSG parece ganar un poco de calidez, como aquella vez que el balón se desinfla en medio de un partido. Nasser Al-Khelaïfi, presidente del club, llegó a decir que le desea lo mejor a Mbappé, que vendría siendo lo mismo que decirle a un ex que le deseas suerte en su nueva relación (con el Real Madrid, en este caso). Mañana, el estadio volverá a vibrar con el encuentro de semifinales del Mundial, donde las miradas pesarán más que una entrada al área. ¿Quién sabe? Puede que el próximo gol de Kylian no solo lo griten los madridistas, sino también algún que otro fan del PSG perdido en la multitud.