El enigma del nuevo equipo de Xabi Alonso…
Luis Enrique, el filósofo del entrenamiento express, ha dejado caer un bombazo del tamaño del estadio del PSG: «Analizar al nuevo Real Madrid es tan fácil como resolver un cubo de Rubik con los ojos tapados y jugando a la petanca». Eso sí, en cuanto escuchó el nombre de Mbappé en la rueda de prensa, se puso más nervioso que un defensa en una final de Champions. «Eso es historia antigua, amigos», repetía con la serenidad de un gato que ha visto un pepino.
Tal parece que el destino se volvió cómico para el Real Madrid, pues su vuelo a la previa fue cancelado por unas simpáticas tormentas que solo querían saludar. Mientras, Luis Enrique aseguraba que el PSG sin Mbappé es tan distinto como la Nutella sin pan: sirve para algo, pero mejor con él. Se mostraba tan elocuente como un loro en una jaula abierta cuando hablaba de tácticas y de la «grandiosa inestabilidad» del PSG, que al parecer es como una orquesta tocando en mitad de un terremoto nuclear.
Al ser preguntado sobre el Chelsea, finalista del Mundial de Clubes, nuestro encantador de serpientes respondió con alegría etérea: «Una final es una final… pero primero dejadme pasar sobre los restos del Madrid, que de consejos para ellos, ni uno solo me atrevo a dar». Como si fuera presente de una bola de cristal, dejó claro que lo que hoy es real, mañana podría irse como el viento, al igual que una buena racha del PSG en Twitter.