El club blanco quiere aplazar su debut liguero…
Lo que parecía una escena sacada de una telenovela, esta vez se desarrolla en los prados artificiales de LaLiga. ¡Bienvenidos a otro capítulo de ‘El Chiringuito del Fútbol’, donde el Real Madrid, cual toro bravo en plenas fiestas de Pamplona, pide un aplazamiento de su choque con Osasuna! Sin embargo, LaLiga, fiel a su agenda más apretada que una sardina enlatada, ha sacado la bandera roja y ha dicho ‘no hay pausa, ni aplauso’.
El club blanco, que anda más ocupado que una abuela cocinando para una boda, anda de aquí para allí, entre el Mundial de clubes y la solicitud a LaLiga de mover el partido como quien intenta convencer a su madre de que el lunes es una extensión del domingo. ‘¡Tres semanas de descanso!’, clama el Madrid, ‘¡y otras tres de pretemporada!’. Pero LaLiga, en plan maestro del Tetris con su calendario, considera que la última pieza del Real Madrid ya encajó en junio.
En una esquina del ring, la AFE se une a la defensa del club merengue, defendiendo su causa con la intensidad de un anuncio de tienda de colchones: ‘¡Descanso garantizado o le devolvemos la temporada!’. Mientras tanto, el Juez Único de Competición, vestido de árbitro de boxeo, analiza si otorgará al Madrid ese respiro tan anhelado o mantendrá la campana sonando el 19 de agosto.