Locura de 9 minutos en el MetLife…

¡Bienvenidos al parque de atracciones del MetLife Stadium, donde las emociones no se hicieron esperar! El Real Madrid estrenó su montaña rusa en primera fila, con una defensa improvisada que más parecía el resultado de un puzle armado por un gato hiperactivo. Xabi Alonso, con la espontaneidad de un mago novato, cambió el 5-3-2 por un 4-3-3 para desafiar al PSG, que por supuesto, decidió no darle tregua al rey del descontrol.

Por surrealista que parezca, el actor principal de esta tragicomedia no es otro que nuestro insólito superhéroe: Thibaut Courtois, alias Mister Guante Milagroso. En un alarde de habilidad que haría imposible a cualquier otro portero no ganar un Goya, ejecutó dos paradas que harían sentir celoso a Superman. Pero ni sus acrobacias salvadoras evitaron el vendaval parisino que convirtió el área blanca en una pista de patinaje.

Luego, el caos total. Dembélé encontró oro en la defensa madrileña como aquel vaquero afortunado que encuentra el último tesoro en el desierto. Asencio se echó una siesta inesperada permitiendo que Dembélé se saliese con la suya, y la pelota encontró su camino a Coco, es decir, Fabián, para firmar el primero. No contentos con eso, Rüdiger, con el arte de un tropezón histórico, regaló el balón a Dembélé para un mano a mano con Courtois, que no podría salvar otra más. ¡Menudo espectáculo de errores y aciertos para recordar!