La élite futbolística no corre ni con cohetes…

Raúl Varela se convirtió en el Don Quijote de los comentaristas futbolísticos al emprender una cruzada épica contra molinos de viento disfrazados de futbolistas en el MetLife Stadium. Mientras se retransmitía el partido entre Real Madrid y PSG, el hombre desató una tormenta de puños y gestos, acusando a algunos jugadores de defender menos que un paraguas en un huracán.

Desde un trono imaginario hecho de micrófonos de Radio MARCA, Varela lanzó dardos verbales contra Vinicius y Mbappé. Según él, ni con la ópera de Wagner motivándolos ellos corrían. “Es genético”, exclamó, como si hablara del eslabón perdido entre el fútbol y estar tumbado en el sofá. «Que corran, ya les gustaría a sus padres verlos así», añadió, como si estuvieran viendo un episodio especial de animadoras defensivas.

El análisis sin tapujos de Varela, acompañado por Miguel Ángel Toribio, ofrecía un espectáculo digno del Cirque du Soleil. Aunque con un grito menos elegante y más contundente, dejaba claro que tener la habilidad de Messi con los pies no sirve de nada si no corres ni aunque te persiga un toro en San Fermín. ¡Talento sin trote es como un Ferrari sin gasolina!