El Final de una Era… y una Curiosa Despedida…
¡Alerta! La despedida de Luka Modric no fue cualquier cosa, ¡fue digna de una tragicomedia futbolística! Al genio croata, que parecía haber encontrado la fuente de la juventud en el sótano del Bernabéu, le tocó bajar el telón en un estadio que parecía el salón de su casa. Pero no, el PSG se encargó de mostrarle la puerta con un susurro en lugar de una ovación. ¡Ay, Luka, tus 28 títulos merecían fuegos artificiales y una banda de mariachis!
Imagínense, queridos fans del balompié, ver a Modric entrar a un partido en el minuto 64, como quien llega a una fiesta cuando ya han terminado la tarta. Tres goles en contra ya habían decorado el marcador, y aun así, Luka se las ingenió para repartir abrazos cual Papá Noel en Nochebuena. ¡Qué manera de mostrar que las leyendas también tienen días de playa! Y pensar que alguien pudo creer que presenciar la retirada de Modric sería como ver el último capítulo de su serie favorita cuando el cable se corta.
Por otro lado, tenemos a Lucas Vázquez, quien también se despidió con más gracia que un sueco en una sauna. Después de 10 temporadas, su despedida fue más discreta que el sonido de un unicornio bostezando. ¡Pero cuidado! Lucas se convirtió en un todoterreno, pasando de revulsivo de lujo a lateral improvisado, con la suavidad de un gato que pasea por un piano. Ahora, al igual que su compañero, deja en el aire el aroma de esas noches mágicas en que el Bernabéu brillaba como el sol de mediodía.