Una temporada de montaña rusa…
¡Ay, Dios mío! Si Vinicius tuviera que escalar una montaña, estaría patinando sobre cáscaras de plátano. Nuestro querido brasileño ha decidido que ir cuesta abajo es más divertido que una montaña rusa. Tras una primera mitad de temporada digna de superhéroe en mallas, la segunda parte ha sido como un partido de fútbol jugado sobre hielo. Mientras tanto, Mbappé le hace sombras con un gol tras otro, dejando a Vini rascándose la cabeza pensando en cómo volver a ser el rey del mambo.
A finales de 2024, Vinicius creía que podía sostener un balonazo de oro, pero parece que el trofeo estaba recubierto de aceite. Con lesiones y tarjetas haciendo su mejor imitación de un boomerang, nuestro velocista ha sido más inestable que un flan en punta. En Liga sumó goles como si fueran cromos, pero terminó con más lesiones que un acróbata de circo. Su historial en la Champions podría llamarse «La Gran Recesión de 2025», tras un arranque fulgurante que se apagó tan rápido como una luz de bengala.
Xabi Alonso, vestido con una gabardina de detective, ha prometido encontrar una manera de que Vinicius y Mbappé brillen juntos como pareja de ballroom. Aunque el Mundial de Clubes fue más bien un campo de siesta para estos astros, Xabi sigue creando escenarios locos en su cabeza como si fuera el guionista de una telenovela con más giros que una bailarina de ballet. Seamos pacientes, que estas historias épicas toman tiempo. ¡Ánimo, Xabi, que recuperes a nuestro Vini volador!