El baile de egos en el club blanco…
Wesley Sneijder, ese fenómeno holandés conocido por manejar el balón como si fuera un Jedi del fútbol, no tuvo precisamente un cuento de hadas en el Real Madrid. Dos años de montaña rusa más vertiginosa que un parque de atracciones: ‘Fue una mezcla de mi vida personal, toneladas de lesiones y cambios de entrenador como si fuera un carrusel’. Vamos, que saltó del barco blanco para ir al Inter y hacer historia ganando la Champions antes de que le llamaran para protagonizar una telenovela futbolera.
Apostando por sus excompañeros, Sneijder ha elogiado a Xabi ‘Dios del Medio Campo’ Alonso, asegurando que los astros del fútbol se alinean bien para él en el club de la galaxia merengue. ‘Es un genio del balón y en el Madrid lo hará estupendo’, menciona como si hablara de un héroe mitológico. Pero ojo, advierte que si los egos se vuelven como gatos en celo, podría acabar en un zoológico de egos inflados. Aquí el entrenador tiene que ser como un domador de circo: poner a todos en línea y darles estructura antes de que los egos exploten como castillos de fuegos artificiales.
En una galaxia no tan lejana, Sneijder sigue recordando su año de gloria con la misma emoción que un niño con helado. Aunque su colección de trofeos carece del Balón de Oro, no deja que eso le quite el sueño, al menos mientras Messi siga en su museo del balón dorado. También lanzó un aviso a Lamine Yamal, que está encendiendo el cielo futbolístico como un cometa, sugiriendo que permanezca enfocado y no se deje llevar por las nubes de humo del estrellato. ¡Ay, si el joven Lamine sigue sus consejos, podría ser la próxima supernova del fútbol!