Operación militar: misión Alemania…

¡Alerta en el aeropuerto de Barajas! Chema Andrés, la joya de la corona de la cantera del Real Madrid, se embarca en una aventura épica a tierras germanas, donde al parecer le espera un contrato millonario y una dieta infinita de bratwurst y cerveza sin alcohol. El jovencito, con más talento en sus botas que una feria de trileros, abandona Valdebebas escoltado por un séquito de aficionados que portaban cebollas para llorar de emoción. El Stuttgart paga 3 millones de euros en una operación que ni el mismísimo James Bond podría haber maquinado mejor.

Xabi Alonso, que lo ve todo desde la distancia con la habilidad de un dron espía, está convencido de que Chema necesita desempolvar sus artes futbolísticas lejos del confort de su nido madrileño. Quizás sea el aire alemán o los vestidos a rayas del Stuttgart, el caso es que mientras otros equipos solo ofrecían cesiones, los germánicos han armado un plan que haría las delicias de cualquier directivo con delirio de grandeza. Y sí, Chema mira con nostalgia cómo su figura se desvanece hacia la Bundesliga, igual que el desaparecido queso manchego en un buffet internacional.

Madrid y Chema creen firmemente que la Bundesliga es como el gimnasio definitivo para jóvenes promesas: te endurece, te pule y te da una resistencia que ni el mejor guerrero ninja. Inspirándose en el legendario Carvajal, que regresó del Leverkusen como un guerrero tono bronceado, Chema se prepara para su metamorfosis. Mientras tanto, en el Stuttgart, quizás le toque compartir vestuario con Angelo Stiller, un jugador recomendado por la enciclopedia humana llamada Toni Kroos. Suena a comienzo de un cómic sobre héroes del fútbol, y Chema se alista con valentía para protagonizarlo.