¡Real Madrid vende canteranos como churros!…
¡Ay, La Fábrica! Ese mágico lugar donde los jugadores jóvenes se fabrican como si fueran galletas en un horno gigante. Con un toque especial (como el polvo de hada del Bernabéu), los futbolistas salen listos para conquistar el mundo, o al menos, media Europa. ¿Quién diría que Valdebebas tenía tanto talento escondido? 166 jugadores en ligas importantes, superando incluso a sus eternos rivales, el Barcelona y el PSG, que se quedan con su medalla de plata y bronce, respectivamente. ¡Aquí no se juega al Monopoly, se invierte de verdad!
Imaginen a Florentino en un laboratorio secreto probando fórmulas para fabricar jugadores rentables. «¡Eureka!» exclama cada verano cuando caen millones del cielo con los traspasos de canteranos que han saboreado el éxito desde pequeños. En la última década, gracias a 28 muchachos, han recaudado 364 millones. ¡Eso es más dinero que el que gastarías comprando todos los cromos de Panini! Un dinero que sirve no solo para fichar estrellas, sino también para encender la parrilla de la barbacoa veraniega galáctica.
Este mercado veraniego, como un espectáculo pirotécnico, ha terminado con 18,5 millones en el banco gracias a la venta de cinco muchachos que tienen más potencial que un petardo apagado en una trueno de feria. Desde Jacobo Ramón sembrando el caos por 2,5 millones hasta Chema Andrés buscando la independencia en Stuttgart por 3 millones, los jóvenes talentos madrileños se dispersan por el mundo. ¡Y todo con una astucia digna de un zorro! Porque claro, se quedan con sus derechos para darles un toque mágico de Harry Potter y hacerlos regresar si se convierten en los Mesías del fútbol.