La perspectiva de José Vicente Hernáez…

El primer partido del Real Madrid post Mundial de clubes fue un show con toques de misterio, algo así como un episodio de detectives en el que los jugadores principales como Valverde y Bellingham eran sospechosos ausentes ¡más difíciles de encontrar que el calcetín perdido en la lavadora! Sin embargo, parece que la dirección de Xabi Alonso sigue en acción, aunque decidieron no repetir la táctica de tres delanteros contra el PSG, que fue un poco como invitar a tres gatos a un concurso de perros.

La falta de jugadores clave no impidió que el partido fuese interesante. La alineación se presentó como un menú degustación exclusivo para socios, pero sin trufa, es decir, con ausencias notables. Esto provocó que todos se preguntaran si ponerse el brazalete de capitán era para Vinícius como recibir un pastelazo en la cara en plena gala de premios. Mientras tanto, los fanáticos se mordían las uñas con una mezcla de curiosidad y nerviosismo, como si estuvieran viendo a un payaso en trapecio.