Arbitraje en el ojo del huracán otra vez…
La tercera jornada de LaLiga EA Sports fue más intensa que ver un partido en un volcán en erupción, todo gracias al VAR. La jornada estuvo marcada por tres momentos: el gol de Giuliano Simeone para el Atlético que muchos dicen fue por estar en «fuera de juego intergaláctico», la relegación del árbitro González Fuertes y las decisiones estremecedoras en el Bernabéu durante el encuentro Real Madrid – Mallorca. El partido del Alavés contra el Atlético se encendió con el gol de Simeone que se dice marcó a pesar de estar en posición ilegal, tan perdido como un camello en la Antártida.
Tras el milagroso gol de Simeone, el VAR siguió haciendo de las suyas en el Santiago Bernabéu. Aquí, José María Sánchez invalidó tres goles del Real Madrid, lo que dejó a los hinchas más desorientados que un pez en una bicicleta. Dos goles de Mbappé y uno de Güler fueron anulados, desatando la furia de la banca. La decisión sobre el gol de Güler, anulada por mano, elevó los niveles de enfado hasta el punto de que los entrenadores apenas podían entender si estaban en un partido de fútbol o en un episodio de una sitcom caótica. Jagoba Arrasate y Xabi Alonso clamaron por mejorar el uso del VAR y evitar que se vuelva más confuso que una obra de teatro de rompecabezas.