La historia del crack sin reglas

En el mundo del fútbol, hay personajes que no tienen guion y este delantero es, sin duda, uno de ellos. Vendido más rápido que calcetines en rebajas, hasta el mismísimo Pablo Escobar tuvo su lugar en esta historia de película que ni Capello quiso en el Real Madrid. Y es que este jugador aseguraba que no era Forrest Gump, pero corría y corría… ¡y nunca se detenía! Con un talento tan indomable como su espíritu, este goleador rebelde dejó una huella especial en el mundo del deporte rey. En su currículum figura haber esquivado más de un banquillo y haberse tropezado de vez en cuando con la genialidad pura. ¿Su receta? Una pizca de caos, un toque de velocidad, y una actitud que no sigue instrucciones ni aunque se las pongan en letras mayúsculas.