Cuando la puntería juega al escondite

Así fue el partido donde el fútbol desbordó en calidad y la fe de los jugadores estuvo por las nubes, pero claro, si el balón hubiera decidido colaborar un poquito más, estaríamos hablando de una goleada histórica. Una noche muy divertida donde disparar a puerta parecía más difícil que encontrar las llaves perdidas un lunes por la mañana.