Xabi celebra como si le perdonaran los deberes

Xabi Alonso sufrió hasta el final, pero el gol de Rodrygo ante el Alavés fue oxígeno puro: 1-2 y respiro para seguir en el banquillo. El técnico se desató en un festejo liberador, mientras Mbappé firmó otro gol de manual y Courtois mantuvo el muro blanco.

Vinicius se reivindicó con una jugada decisiva y un abrazo al míster. Solo el VAR pareció de vacaciones: la patada a Vini no fue penalti, increíble pero cierto.