El capitán quiere milagros con toques de balón…
Amigos del fútbol y del canapè en el sofá, agárrense que vienen curvas. Mikel Oyarzabal, el intrépido caballero del reino txuri-urdin, ha decidido que es hora de soñar a lo grande. Según sus palabras dignas de un poeta moderno o un vendedor de sueños, la Real Sociedad tiene que sacar la capa de Superman y volar sobre el Santiago Bernabéu este martes, remontando ese 0-1 como si estuvieran bajando rodando por una colina en San Sebastián. Total, para hacer lo imposible, mejor soñar despiertos, ¿no?
Oyarzabal, nuestro Don Quijote futbolero, no solo se planta frente a los molinos de viento de la capital española, sino que también nos inundó de ánimo en Instagram. Como un gurú del siglo XXI que tiene tanta fe como seguidores, se lanzó a motivar a toda su tropa para que no hagan un «Patxi, la real de la pradera» y salgan airosos, o al menos con un selfie heroico al atardecer en Madrid. «Hay que soñar», dijo, más serio que un árbitro con tarjeta. ¿Quién no quiere que sus sueños se hagan realidad con un buen gol por la escuadra?
Dicho y hecho, Oyarzabal lleva la batuta y con la melodía de «La remontada épica», se enfrenta al todopoderoso Real Madrid. Los sueños a menudo desafían la lógica, y si los de Anoeta van a salir a por todas, no es un simple partido, es una saga épica. Con Imanol Alguacil presidiendo esta orquesta de ilusionistas del balompié, el martes se convertirán en artistas del césped. ¿Podrán transformar una desventaja en aclamaciones? ¡Que no se diga que no lo intentan!