El truco mágico de una llamada en 2003…
Redoble de tambor, damas y caballeros, porque traemos una historia de fútbol más increíble que un unicornio jugando de delantero. En el verano de 2003, Roman Abramovich, el mago futbolero, hizo una llamada que ni Harry Potter podría superar. ¿El resultado? Claude Makelele, el motor del Real Madrid, se vio teletransportado al Chelsea pagando un boleto dorado en libras esterlinas. ¡Abracadabra, y ahí lo tuvieron, directo desde el Bernabéu al protagonismo de Stamford Bridge!
El pobre Makelele, que sudaba más que un pavo en Navidad, confesó que jamás se hubiera alejado del Real Madrid si no fuese por un encantamiento… digamos, una insistente llamada de Abramovich y el hechizo de Ranieri. «Roman peleó con todas sus fuerzas para ficharme, ¡me vendieron al Chelsea como si fuese la mismísima Tierra Prometida!». Más persistentes que un mosquito en verano, al final nuestro héroe Makelele se rindió al embrujo y se convirtió, sin duda, en el rey de Londres.
Una vez allí, Claude era más escurridizo que una ardilla en patines. ¡Lo dio todo! La Premier no fue lo mismo tras su llegada. Ganaron títulos como si estuvieran en rebajas de enero y la liga se convirtió en un circo de emociones. Tras su épico tour por Inglaterra, terminó su carrera en París, pero su capítulo londinense sigue siendo recordado como un cuento de hadas futbolístico. ¡Bravo, Makelele, el caballero del balón redondo!