El canterano que dejó boquiabierto a Ancelotti…
En el mundo del fútbol, donde los milagros pasan en los últimos minutos del descuento, Diego Aguado ha logrado que el concepto de “sprint final” adquiera todo un nuevo significado. Todo ocurrió ayer, y la pregunta del millón es: ¿dónde estaba Usain Bolt en el minuto 96?
Este joven prodigio del Real Madrid, con su cara de no haber roto un plato, se convirtió en el protagonista de una película de acción futbolística al arrasar con las defensas del Rayo Vallecano. Dejando atrás a tres perseguidores y a un portero que decidió hacer turismo al área rival, Aguado decidió que el minuto 96 era el momento perfecto para una excursión rápida de 70 metros, alcanzando los 35 km/h. Vamos, casi le hace competencia al metro de Madrid.
Aguado, que ya se ha ganado un par de miraditas de Ancelotti, debía de pensar que las repeticiones en vídeo también son para presumir delante del entrenador. Así que tomó el balón y, cual gacela desbocada, dejó que sus piernas hablaran el idioma del gol. Porque, como todo buen cuento de hadas, la jugada acabó en aquel costoso par de redes conocido como la portería vacía, culminando la fabricación de tres puntos emocionantes.
Para rematar una actuación de antología, este héroe juvenil, del que Arbeloa ya habla maravillas, personificó una de esas tardes olvidables para cualquier defensa del Rayo. Lo que queda claro es que si el radar de Ancelotti no estaba ya zumbando al ritmo de las zancadas de Aguado, pronto lo estará. Quién sabe, igual lo estamos viendo como el próximo Flash Merengue.