La defensa cambia más que un camaleón en clase de arte…

¡Paren las rotativas y saquen el boli rojo! Alexander-Arnold, ese chico que parece más intocable que el WiFi del vecino, ha decidido que ahora lo suyo es tomarse un respiro no programado. Por esos tirones musculares en la pierna derecha que vienen a recordarle que la vida no es solo fútbol, ahora lo dice bien clarito: «¡Me quedo en el banquillo!» Y Xabi Alonso, como buen malabarista, ya está girando platos en su cabeza para cambiar el esquema defensivo en una noche de magia futbolística.

Y ahí está el pobre Xabi, que debe sentirse como un novato jugando al Tetris. No solo pierde a su lateral estrella, sino que a eso se suma que Huijsen está castigado sin recreo por sanción. Así que nos toca ver a Asencio haciendo piña con Rüdiger en el centro de la defensa. Ah, y no nos olvidemos de Fede Valverde, que ahora se ha convertido en el nuevo conductor de autobús por el lateral derecho, todo al mismo tiempo. A saber qué nos deparará su paso por la banda.

Hasta ahora, Alexander-Arnold era el chico de oro; siempre presente y con un pie en la historia, asistiendo aquí y allá como si fuera un camarero escurridizo en plena jungla del Mundial de Clubes. Desde su debut en el Mundial con Al-Hilal, el lateral británico ha sido más frecuente en la banda derecha que los tazos en los recreos de los 90. Pero ahora, las asistencias tendrán que esperar y valdrán más por su ausencia que cualquier marcador goleador. ¡Qué manera de ponerle sal y pimienta al fútbol!