¿Cañón o confeti en el próximo paso del crack?…

¡Tambores y trompetas para Álvaro Rodríguez! Este joven delantero tiene más proyectos inciertos que una piñata de cumpleaños. De vuelta en la nave espacial merengue del Real Madrid tras su cesión en el Getafe, el jugador está afinando su GPS para encontrar su próxima parada galáctica. Con contrato hasta 2027, tiene una reunión con Florentino que promete ser más intensa que una telenovela, para decidir cuál será la próxima galaxia donde demostrar su talento.

Y es que el Madrid, haciendo uso de su bola de cristal, cree que Álvaro está listo para el estrellato. ¿Consolidarse en la élite, dices? Pues claro, como un cohete a la luna. Hay equipos allá afuera que suspiran por sus goles mágicos, como si fueran los autores de una novela romántica. Fue el Pichichi del Castilla, lo que significa, en jerga futbolera, que su nombre ya ha sonado más de una vez en los vestuarios rivales.

Eso sí, cuando el Madrid le entrega sus jugadores a otros equipos, no lo hace a la ligera. Con más cláusulas que una caja de sorpresas, Álvaro está en esa lista VIP, como les pasó a Nico Paz, Miguel Gutiérrez y Fran García. En su debut en Primera, logró 1060 minutos de acción, tres goles de los que dos fueron como caramelos en un balneario para el equipo de Bordalás. Así que atentos, porque cuando Álvaro anota, el estadio se derrumba de emoción, ¡cual castillo de arena frente a un tifón!