Real Madrid detrás del volante…
Los galácticos del fútbol, el Real Madrid, están a punto de hacer una maniobra digna de un Fórmula 1 al fichar a Álvaro Carreras. La intención es pisar a fondo el pedal del acelerador para que el talentoso lateral esté trotando por el césped con el resto del equipo el próximo lunes. Se rumorea en los pasillos del Bernabéu que Xabi Alonso tiene el calendario del Mundial de Clubes pegado en la puerta de su nevera y no quiere decepciones, así que el club blanco está dispuesto a romper la hucha para pagar esos casi 50 millones de eurazos de la cláusula cual garbancitos de oro.
Por otro lado, Carreras está listo para lucir la camiseta blanca de nuevo, mientras el Benfica le llora más que uno lloraría al perder su última croqueta en la mesa del banquete. Como es un caballero de los de armadura brillante, respeta muchísimo a su actual club, ese que le permitió brillar tanto que el Manchester United se enamoró y lo clonó en sus reservas. Xabi Alonso está tan ilusionado que, al parecer, ya le ha reservado sitio hasta en la cena de Navidad.
Pero aquí va la curva más cerrada: Bruno Lage, conocido como el mago de Lisboa, es el que ha transformado a Carreras en una estrella supernova que destella cohetes en la banda izquierda. El reloj está corriendo más rápido que Bolt en sus buenos tiempos, y es que a veces los fichajes van a la velocidad del sonido. Será cuestión de días antes de que el joven regrese al equipo de sus sueños, aunque el Benfica esté murmurando «nos han robado la joya de la corona» mientras recalienta el café portugués. ¡Álvaro va en dirección a Chamartín y no hay freno que lo detenga!