Cuando decir adiós es más difícil que un penalti…

¡Aryayyyy, Carletto! El banquillo de Ancelotti está más caliente que una pizza recién salida del horno napolitano. Aunque fue él quien llevó al Madrid a los cielos celestiales de las Champions, ahora le toca surcar las aguas turbulentas del Bernabéu como un pirata sin brújula. Parece que cada partido es un examen de esos en los que no sabes si las preguntas serán sobre física cuántica o la receta del gazpacho. ¡Vaya estrés!

El arte de irse cuando te va bien es un poco como cuando tienes el poder de leer la mente de tu profe antes de un examen: complicado, pero muy útil. Toni Kroos, ese genio del balón, lo ha hecho con elegancia de bailarina, pero Carletto está más liado que un pulpo haciendo nudos marineros. Cuando uno lleva un equipo al éxito, se piensa que todo es un camino de rosas, cuando en realidad es más bien un campo de ortigas.

Ahora, algunos recuerdan a Xavi, quien vio su despedida más de cerca que un vídeo de esos de «mejor blooper del año». ¿Podrá Carletto dominar el arte de desaparecer antes de que le aplaudan para salir? En el fútbol, el timing es tan importante como saber que el balón no es cuadrado, así que esperamos que este artista del balón no tire la toalla… o la pizarra táctica, que al parecer siempre está llena de jeroglíficos indescifrables.