El regreso de los 17 malabares blancos…

Carlo Ancelotti, más premiado que un queso manchego en una feria de productos gourmet, afronta un final de temporada más largo que una partida de Monopoly. Después de un parón de selecciones donde los trofeos no paraban de llegar, vuelve a la realidad en Valdebebas, listo para su maratón de partidos. En tan solo 71 días, los jugadores de Ancelotti se enfrentarán a 22 partidos y cuatro competiciones, como si hubiesen decidido convertir el fútbol en un triatlón.

Y mientras algunos jugadores vuelven de sus compromisos internacionales frescos como lechugas, otros como Courtois regresan con alguna que otra «overquilometrada». Tras este festín de balones, ocho encuentros en tres semanas esperan al club blanco, cual buffet interminable. El ‘menú deportivo’ incluye de todo: Liga, cuartos de Champions y hasta las semifinales de la Copa, como si fueran tapas de un almuerzo en el Santiago Bernabéu.

A pesar de este torneo intensivo, el trío de trofeos no es una ilusión tan remota. Ya con dos en el bolsillo y uno que se escapó como un gato ratero, el club se prepara para cerrar el año con una cuenta de 72 partidos y, quién sabe, unos jugosos 100 millones más en su robusto cerdito. Porque desde luego, en el reino de Ancelotti, la suerte no viene sola: se juega y se gana.