Carletto, el nuevo emperador carioca…

¡Vayamos directo al grano! Ancelotti, tras dejar una huella en el Bernabéu más grande que las pirámides de Egipto, se lanzó hacia Brasil al estilo de Indiana Jones en busca de su próximo tesoro. Con un séquito que ni David Beckham en su mejor época, y la posibilidad de llevar a Kaká o Marcelo como alocados copilotos, nuestro querido Carletto se sumerge en el fútbol brasileño. ¿Será el fin de una era o el comienzo de una nueva locura con sabor a samba?

Mientras el sol brilla en las playas de Copacabana y el Maracaná sigue viendo fuegos artificiales, en las oficinas de la Confederación Brasileña de Fútbol hubo una juerga democrática más grande que el Carnaval de Río. ¡Hombre, Samir Xaud subió al trono! Ahora, ni la estrepitosa caída del ex-presidente por fraude ha podido detener el despegue a lo grande de Ancelotti. Nuestro amigo italiano se enfrenta a una burocracia digna de un partido de Risk, pero con tantos pesos pesados a su favor, ya podría jugar al parchís y seguir ganando.

Con apoyos de fútbol genio como Dunga, Cafú y Zico (que en Brasil se les escucha casi tanto como a los Beatles), Ancelotti no está solo. Sus nuevos amigos brasileños respaldan su llegada como si viniera a repartir entradas gratis para la final de un Mundial. Los jugadores dicen que el italiano conoce bien el sabor de la feijoada, el ritmo de la bossa nova, y hasta el secreto de cómo decir «carioca» sin meter la pata. Así que Carletto, ¡prepárate para escribir otro capítulo legendario en el libro del fútbol global!