Las ruedas de prensa del apocalipsis…

Imagínate la telenovela de tu vida: dragones volando sobre el Bernabéu, Neymar haciendo de delantero, y Ancelotti, cual protagonista culebronero, despidiéndose del Madrid y buscando su próximo papel en Bollywood. Así ha sido la última temporada del carismático entrenador italiano, lanzando frases sentimentales como «mi amor por el Real Madrid será para toda la vida, hasta que me muera», cual protagonista de una canción de mariachi en el karaoke del barrio.

Con 119 ruedas de prensa al año, Carletto casi superó el récord de comparecencias de Donald Trump, y cada una fue un auténtico espectáculo planetario. Quisiera decir que en ellas Ancelotti lo resolvió todo con hechizos mágicos, pero la realidad fue más de Mortadelo y Filemón, con fechorías varios y lesionados que entraban y salían del equipo como si fuera un festival del circo. ¡Ni Houdini en sus mejores días! Ancelotti, sin embargo, lanzó dardos verbales como un campeón olímpico.

Mientras tanto, los jóvenes galácticos como Güler y Endrick se estrenaban en el Madrid, demorando su aparición más que el estreno de Avatar 3. Y luego estaba Mbappé, a quien compararon con Cristiano. Porque, claro, un día sería campeón del universo por decreto, ¡el problema era que el universo entero no se alineó! Ancelotti, fiel a su estilo, se despidió dejando recordar que sí, puede que el Barça gane, pero su corazón siempre será blanco. ¡Hasta luego, cocodrilo!