Arbeloa al mando: El prendedor de la escoba…

Es 14 de julio y mientras muchos aún luchan por encontrar las chanclas para la playa, Arbeloa, la nueva escoba del Castilla, ya está levantando una tormenta de arena digna de Almería en pleno agosto. Con sólo cinco hermanos separados sobrevivientes de la era Raúl, parece que más de quince jugadores han sido empujados al trampolín de salida con más agilidad que un canguro australiano en época de apareamiento. Arbeloa, amante de las remodelaciones extremas, planea un equipo más joven y ágil que un grupo de gacelas en dieta cetogénica.

El vestuario del Castilla suena ahora como una partida de Tetris con Arbeloa manejando los controles. En la portería, ¡preparado, listo, fuera! Mario de Luis y Piñeiro han terminado su cuento de porteros del Castilla y ya buscan nuevo prado donde pastorear balones. Mientras, Fran González, Mestre y Súnico tendrán el honor y la responsabilidad de soportar la avalancha de tiros contrarios con más gracejo que un portero en una piscina de confeti. Los defensores, en cambio, han recibido más portazos que una casa embrujada, y sólo uno o dos valientes podrían quedarse a ver el amanecer de la nueva era.

Al centro del campo le han aplicado un recorte que ni en viernes de peluquería, expulsando a Chema, Antonio David y Jeremy hacia nuevos destinos con más urgencia que un tren de alta velocidad en una novela de Agatha Christie. Sin embargo, todo apunta a que Arbeloa guardará en su regazo a jugadores como Cristian David y Jorge Cestero para pilotar la nueva nave. Por otro lado, la delantera se ha volado por los aires, dejando solamente a Loren Zúñiga al timón de la aventura, mientras otros han sido catapultados cual cohetes de la NASA en dirección a Osasuna o en busca de horizontes más verdes. ¡Prepárate, mundo, porque la era Arbeloa promete más emoción que pelar cebollas con los ojos cerrados!