De la PS4 de Mercado al Balón de Oro…

En una carta con más emoción que una tanda de penaltis en final de Mundial, Arda Güler comparte la historia de su vida. Desde un niño que quería tanto una PlayStation que casi ofrecía trabajar en la NASA por ella, hasta un fichaje estelar por el Real Madrid. Y resulta que su ansiada consola era del mercado, ¡ni Alex Hunter reconocía ahí sus goles! Pero para Arda, dos piedras de portería bastaban para ser feliz, como un niño con un balón de Nivea en la playa.

Al más puro estilo telenovela turca, Arda desvela cómo su familia venció con él en los campos de tierra, esquivando la ruina como Cristiano esquiva defensas. Sus padres dejaron su tienda, seguridad y gofres atrás, confiando en el pequeño Arda cual último aliento de la temporada. ¡Y vaya si lo consiguió! Vente tú a saber si ahora viajarán en Falcón como si fuera su coche familiar.

El show continúa cuando cuenta su encuentro con Ancelotti en videollamada: ¡parecía más una oferta de viajes al Caribe que una charla de fútbol! Por no hablar de su entrada en el vestuario del Madrid y el momento Sherlock Holmes en que no reconoció a Raúl. Modric, Kroos y él, jugando a «¿Quién es quién?» con las leyendas del club. Y eso sí, desde entonces todos le llaman «Abi», ¡el hermano mayor más joven de la historia del fútbol!