El árbitro sólo toma té inglesísimo…
Arthur Ellis no fue solo un árbitro, fue EL árbitro. Imagínate si el susodicho Szymon Marciniak, designado para el partido entre el Atlético y el Real Madrid, trajera la misma fama que Ellis llevó a la semifinal desempate de 1959. ¿Quién iba a imaginar que un árbitro acabaría con un protagonismo digno de estrella de rock?
Corría el año 1963, y mientras todos hacían muñecos de nieve debido al Big Freeze, Arthur no dejó que el frío frenara el fútbol. Inventó el «Pools Panel» para decidir desde una habitación calentita quién ganaría los partidos que no podían jugarse. Vamos, un visionario que decidió partidos como quien discute qué serie ver en Netflix.
Ellis además puso la guinda a su carrera saltando a la televisión. Partiendo de narrador del Mundial, acabó siendo el árbitro en el programa “It’s A Knockout”, donde probablemente su mayor reto era decidir si el disfraz de plátano contaba como falta o era solo parte del juego. Y pensar que todo comenzó cuando su padre le dijo: “Vete a pitar en vez de estar todo el día en la fábrica”. Y así, nació una estrella que incluso los jugadores más duros reverenciaban entre pitidos y risas. ¡Bravo, Mr. Ellis!