La resaca de un empate con sabor a victoria …

Ay, el Atlético de Madrid, ese equipo que sabe cómo convertir un partido de fútbol en un dramón digno de una telenovela de sobremesa. Lo que parecía ser un paseo por el jardín del récord Guinness de los penaltis acabó siendo la despedida de la Champions para los chicos de Simeone. Después de un maratón de tiempo agregado digno de una historia de amor que nunca acaba, los rojiblancos dijeron adiós con la cabeza bien alta… y un puñadito de lágrimas.

En el minuto uno, nuestros héroes decidieron que eso de «poner el autobús» era cosa del pasado. Con un gol a los 27 segundos, ¡olé ahí!, pusieron el Turbo a todo gas. Aunque la victoria 1-0 no fue suficiente para seguir en la Champions, aquellos que dicen que el Atleti se atrinchera en defensa tendrán que tragarse sus palabras junto con un bocadillo de humildad.

Celebraron con champú (sin alcohol, claro) y contentos dejaron a las superestrellas de blanco, Vinicius y Mbappé, más atados que un nudo marinero. Aunque esta vez no hubo final feliz, el equipo se despide habiendo dejado una colección de momentos para el álbum de los recuerdos y la promesa de volver con más caña, como buenos toros bravos. ¡Ahora, a por el Barça, y que no falte el picante!